domingo, 16 de enero de 2011
viernes, 14 de enero de 2011
miércoles, 12 de enero de 2011
martes, 11 de enero de 2011
lunes, 10 de enero de 2011
Con los ojos en la mira.
jueves, 6 de enero de 2011
que un alma gemela de la mía.
mejor que no me vuelvas a llamar, tal vez lo que tenía que pasar pasó. Tendré que hacer de mala en este culebrón. Tercero en un "ménage à trois", no es el papel que a mí me va. A la princesa del guiñol, que la entretenga otro bufón. Será mejor que no me vuelvas a llamar. Dos amigos y una mujer de madrugada. Ya ves: quien juega tiene que saber perder. Quizás la vida un día nos vuelva a juntar. Estuvo bien mientras duró, pero la fiesta terminó. Las cosas no dan más de sí. Quédate el beso que te di. Adiós, me está esperando un tren en la estación.
Este bálsamo no cura cicatrices, esta rumbita no sabe enamorar, este rosario de cuentas infelices, calla más de lo que dice pero dice la verdad. Este almacén de sábanas que no arden, este teléfono sin contestador, la llamaré mañana, hoy se me hizo tarde, esta forma tan cobarde de no decirnos que no. Este contigo, este sin ti tan amargo, este reloj de arena del arenal, esta huelga de besos, este letargo, estos pantalones largos para el viejo Peter Pan. Esta cómoda sin braguitas de Zara, el tour del Soho desde un rojo autobús, estos ojos que no miden ni comparan ni se olvidan de tu cara ni se acuerdan de tu cruz. No abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón tan maltrecho y ajadoque está cerrado por derribo. Por las arrugas de mi voz se filtra la desolación de saber que estos son
los últimos versos que te escribo, para decir “condios” a los dos nos sobran los motivos. Este virus que no muere ni nos mata, esta amnesia en el cielo del paladar, la limusina del polvo por Manhattan.
Ni imploro tu perdón, ni te perdono,
ni te guardo rencor, ni te respeto,
si tardo en devolverte el abandono
repróchaselo al tono del soneto.
Rompe la veda, ensánchate, respira,
falsa moneda mancha a quien la acuña,
las heces de un amor que era mentira,
no merecen el luto de una uña.
Ni sembraré de minas tu camino,
ni comulgo con ruedas de molino,
ni cambio mi mar brava por tu calma.